#esono en Inversión

Las negociaciones de este acuerdo contemplan un importante capítulo de protección de las inversiones y la incorporación de un mecanismo de arbitraje que permite a los inversionistas privados demandar a los Estados ante tribunales internacionales sin pasar por la justicia nacional.

Este tipo de “súperderechos” surgen a partir de los Tratados Bilaterales de Inversión (TBI) y Tratados de Libre Comercio (TLC), y se verían reforzados por el TPP. Este mecanismo conocido como “Inversionista-Estado” establece que los empresarios extranjeros pueden recurrir a tribunales internacionales tales como el CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones) u otros, si consideran que se ha afectado –de una u otra manera- sus expectativas de ganancia.

Al amparo de estos tratados, cada vez son más los inversionistas que llevan a los Estados al banquillo de los acusados, cuestionando muchas veces decisiones legítimas en temas de salud pública, medio ambiente, entre otros.

Existen varios ejemplos:

Este mecanismo resulta perjudicial pues bloquea la capacidad reguladora del Estado para defender a sus ciudadanos y ciudadanas. Por ello, ya son varios los países que lo están cuestionando. Por ejemplo, Australia plantea excluir este mecanismo del TPP y Nueva Zelanda quiere una “excepción general” para defender el medio ambiente, la salud y otros aspectos. Además, otros países –como Brasil- se han desarrollado sin usar nunca este mecanismo.

Entonces, ¿por qué el Perú debería someterse a este mecanismo e incluir en él a empresas de casi una decena de países adicionales? Nuestra petición al gobierno peruano es la siguiente: incluir en el capítulo de Inversiones las salvaguardas necesarias para garantizar la capacidad del Estado de hacer cumplir las leyes nacionales, especialmente en temas de salud pública y medio ambiente.

Más información:
Por un nuevo marco para la regulación de la inversión – RedGE


Facebook

Twitter