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Miércoles, 20 de mayo de 2015

Peligros del TPP para pueblos de Latinoamérica

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(20/05/15)

Ronald Wilson
Columnista en el Diario El siglo de Chile

El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, TPP, es un tratado de libre comercio multilateral promovido por Estados Unidos, que involucra a México, Perú y Chile, además de otros países como Japón, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Vietnam y Canadá.

El TPP regula variadas temáticas, que inciden directamente en las economías y en la vida de los habitantes de los países involucrados. Sus negociaciones comenzaron en marzo del 2010, con carácter secreto, a espaldas de la ciudadanía.

Las desventajas del TPP son evidentes en diversos tópicos. Por ejemplo, que pretende convertir a los proveedores de acceso a Internet en los responsables de censurar contenidos unilateralmente, sin intervención de un organismo superior como el Poder Judicial; que busca expandir el plazo de protección a las patentes de medicamentos, lo que significa mayores trabas para la fabricación de genéricos y, en consecuencia, medicinas cada vez más caras; que causará que el acceso a música, películas, libros y el conocimiento en general, sea mucho más difícil y costoso; y que afectará directamente los derechos como consumidores al ser imposible transportar productos desde otro país o comprarlos en alguna plataforma online, ya que estas operaciones requerirían de autorización del titular de los derechos de autor, tal como lo denuncia la organización TPP Abierto.

Desde los ámbitos que promueven este tratado aducen supuestas bondades, a partir de la existencia de un mercado potencial de 790 millones de personas y un Producto Interno Bruto de US$ 27.477 millones, y que el TPP representa cerca de un 40% del comercio global. Pero desde quienes se oponen al acuerdo en los diversos países, se denuncia que sólo beneficiaría a las grandes corporaciones perjudicando a la mayoría de los habitantes.
Las organizaciones de la sociedad civil y sectores contrarios al tratado, denuncian con fuerza que la naturaleza secreta de las negociaciones del TPP viola el derecho de los pueblos a conocer en profundidad sus contenidos e implicancias, tanto por su confidencialidad como por el hecho que el proceso de negociación no se revelará hasta cuatros años después de su entrada en vigor.

A través de una carta pública, fechada en diciembre de 2014, organizaciones de la sociedad civil a nivel internacional y expertos piden a los negociadores que sigan el ejemplo de la UE y liberen la versión secreta de los textos del acuerdo comercial y que se publique el actual borrador del acuerdo, así como las posiciones de todas las naciones en las negociaciones.

En la citada carta a los Ministros y Jefes de Delegación que negocian el TPP, se expresa que “el público tiene un interés legítimo en saber loque se ha decidido en su nombre y lo que ahora está en juego con las posiciones denuestros diversos países sobre estas controvertidas cuestiones reglamentarias….Les llamamos a considerar el reciente anuncio de la Comisión Europea como un precedente bienvenido a seguir, que reafirma su compromiso con los principiosfundamentales de la transparencia y la participación pública en la elaboración de normas”.(http://es.consumersinternational.org/media/1533330/tpp_transparencyletter_12-2014-spanish-fnl.pdf)

En Chile, fruto del intenso activismo de la sociedad civil contraria al TPP, el Senado, por unanimidad, aprobó durante 2014 un proyecto de acuerdo que solicitaba a la Presidenta de la República que, en ejercicio de sus atribuciones constitucionales, adopte las medidas pertinentes para introducir mayor apertura y transparencia en la negociación del Acuerdo. Por su parte, la DIRECON ha insistidoque transparentar las tratativas del TPP, que ha sido un compromiso prioritario para este gobierno.

Es necesario recordar que el programa de Gobierno de Michelle Bachelet incluyó revisar el texto del TPP debido a las amenazas que podrían significar para Chile. “Tenemos preocupación ante la urgencia por negociar el acuerdo “Transpacific Partnership” (TPP). “Para velar por el interés de Chile, se debe hacer una revisión exhaustiva de sus alcances e implicaciones”, expresa el Programa de la NM. La pregunta que cabe hacerse es ¿por qué firmar un acuerdo en donde como país tendremos mucho que perder y poco que ganar?
Es de esperar que la presión de los pueblos países de América Latina eviten la aprobación final de un nuevo tratado que a todas luces es atentatorio a los intereses de la ciudadanía y de la independencia de nuestros países.

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